24/5/16

MANUAL DE SANIDAD PISCICOLA - ENVIO DE MUESTRAS

Resultado de imagen para estanque de peces

MANUAL DE SANIDAD PISCICOLA

ENVIO DE MUESTRAS
Obtención de la historia clínica.
Toda muestra a enviar al laboratorio debe ir acompañada de una historia clínica del caso. Existen muchos tipos de forrnatos para remitir una historia y aunque es importante mencionar todos los detalles posibles, existen algunos datos que siempre deben estar prestantes, dicha información es la siguiente: Información general de la explotación: que permita ubicarla geográficamente
y determinar el tipo de cultivo empleado, dirección, teléfono, tipo de explotación, extensión, especie(s) cultivada(s), alimentación, etc.
Población afectada: determinar la (S) especie (S) que esté (n) presentando la signología clínica o la mortalidad, su número aproximado, su peso o tiempo de cultivo.
Mortalidad observada: establecer el numero total de animales muertos, asociados al problema, al momento de realizar la remisión de muestras. Aclarar la fecha de inicio (y terminación) de la mortalidad y la hora del día en la cual es más evidente.
Signos clínicos presentes: alteraciones en el comportamiento normal del pez (disminución en el apetito, depresión, boqueo, nado anormal, etc), las características externas anormales (erosión o enrojecimiento de las aletas, ulceraciones de la piel, palidez de las branquias, etc).
Tratamientos realizados: señalar todas las medidas terapéuticas o de manejo que se hayan utilizado para disminuir la presentación de la mortalidad o de los signos clínicos y enunciar los resultados obtenidos.
Características fisco-químicas del agua: especificar si se llevó a cabo algún tipo de análisis a los parámetros físico-químicos del agua. Es importante señalar cualquier cambio en las características generales del agua (color, olor, etc).
Cambios recientes: en las actividades rutinarias de cultivo (cambio de alimento, siembra de eiemplares nuevos, etc) que eventualmente pudieran relacionarse con el inicio del problema.
Selección de la muestra.
Los animales a muestrear deben ser tomados del sitio donde la mortalidad o los signos clínicos sean predominantes. Las muestras enviadas en la etapa terminal del problema, cuando solamente quedan unos pocos animales sobrevivientes, tiene pocas posibilidades de éxito para el diagnostico
y reduce las posibilidades de brindar una ayuda efectiva.
El número de animales a enviar varia según el tipo de análisis, pero generalmente es aceptable un mínimo de 5 y un ideal de 10 o mas ejemplares. Siempre se deben incluir animales afectados y animales aparentemente normales (en una proporción de 3 a 1, aprox.). Los animales seleccionados como normales no deben tener ninguna afección aparente, tener buen apetito y buen reflejo de huida.
Debido a la posibilidad zoonótica de algunas enfermedades, es decir, el posible contagio de los humanos con organismos patógenos de los peces, debe acostumbrarse el uso de guantes adecuados para todas las labores de manipulación.
Tipo de muestra.
Animales vivos. Dado que con este tipo de muestra es posible realizar todos los procedimientos necesarios para llegar al diagnostico, ES LA MEJOR FORMA DE ENVIAR UNA MUESTRA AL LABORATORIO.
Aunque se tiene la convicción errónea que realizar este tipo de envíos es algo complejo, se podrá observar aquí que este procedimiento es muy sencillo, económico y de un gran valor diagnostico. Lo mas importante es tener ciertas precauciones y actuar con rapidez y eficiencia; para ello se recomienda que antes de empezar la manipulación de los animales se tengan listos todos los materiales necesarios como son, entre otros: la historia clínica, el instrumental, los implementos para el envío (bolsas, cajas, hielo, etc) a fin de disminuir al máximo el tiempo de manejo de los
peces.
La forma de remitir los ejemplares puede tener algunas variaciones, pero el procedimiento indicado aquí es el comúnmente aceptado. Se deben utilizar bolsas de polietileno de grueso calibre (del mismo tipo que las usadas para el envío de alevinos); es recomendable la utilización de doble bolsa y revisarlas previamente para prevenir cualquier alteración y accidente en el transporte.
Se llena un 1/3 de la bolso con agua de buena calidad, del mismo tipo de la utilizada en el cultivo; esto es importante para evitar cambios bruscos en el pH, la temperatura y la alcalinidad. Se introducen los peces, se llena el espacio restante de la bolsa con oxígeno o aire en su defecto, y se
cierra de un modo estable y seguro. Se revisa la ausencia de fugas de aire o agua, se introduce en una caja de cartón y se sella y rotula apropiadamente (como un envío de correo). Para viajes prolongados es aconsejable rodear la bolsa con hielo y aislar la caja térmicamente con icopor, con el obieto de
lograr la mayor sobrevivencia de los peces .
El número de ejemplares por bolsa depende de muchos factores como la especie y talla de los animales, la temperatura del agua, el tamaño de la bolsa, la duración en el periodo de captura y en el transporte al laboratorio, etc., sin embargo, una medida de referencia general puede ser el no exceder
los 500g de biomasa por bolsa (1 0 animales de 50 g, por ejemplo).
Como se mencionó previamente, siempre se deben enviar peces normales.
Estos deben enviarse en una bolsa aparte o ser identificados apropiadamente dentro del grupo (un pequeño corte en el extremo de la aleta caudal puede ayudar). Los animales afectados no deben seleccionarse muy moribundos o agónicos ya que muy seguramente llegaran muertos a su destino. Finalmente, es importante no olvidar introducir la historia en una de las cajas, protegida apropiadamente contra la humedad.
Animales fijados. Cuando el envío de animales vivos no es posible por alguna circunstancia, es posible remitir los peces en formalina preparada apropiadamente.
Es importante tener en cuenta que de esta forma se limita el valor diagnóstico de la muestra ya que ésta solamente puede ser procesada para histopatología (ya que no es posible el aislamiento bacteriológico, por ejemplo).
Idealmente se debe utilizar formalina bufferada al 3.7%, la cual puede conseguirse en cualquier laboratorio de diagnóstico. Si esto no es posible, se ~uedenm ezclar 9 partes de agua destilada por una parte de formalina comercial (la cual viene usualmente al 37%). Se utilizan diversos tipos de
envase con tapa rosca y de un tamaño proporcional a los peces a muestrear.
Normalmente se usan de vidrio pero los de plástico suelen ser más económicos, seguros y livianos .
La rapidez en todo el procedimiento es factor crucial para el éxito. Los animales seleccionados siempre deben estar vivos al momento de la manipulación, ya sea que estén próximos a su muerte pero aun con movimientos respiratorios. Ejemplares muertos, así sea recientemente,
no sirven para el proceso.
Una vez los peces son capturados, se deben introducir en una solución anestésica para su insensibilización. Los anestésicos mas comunes son la tricaina (finquel o MS-222) y la quinaldina, dosis a efecto. Si no se dispone de éstos, se puede emplear un recipiente con hielo para asegurar una pronta inconciencia y muerte del animal.
Es aconsejable no realizar este procedimiento a todos los peces seleccionados al mismo tiempo, ya que mientras se procesan los primeros, los últimos empezaran a morir. Cuando los animales cesan
la respiración se procede a su sacrificio mediante un corte en la medula espina1 en la parte posterior de la cabeza, un poco por delante de la aleta dorsal.
Los animales mas pequeños (1 -2 g o menos) deben ser introducidos inmediatamente en la solución de formol. A los peces un poco mas grandes (menores a 5 g) antes de introducirlos se les practica una incisión leve en la parte ventral del abdomen, teniendo la precaución de exponer los órganos abdominales sin lesionarlos. Los ejemplares mayores de este tamatio deben ser procesados de la siguiente forma: se colocan sobre uno de sus costados, se les realiza una incisión ventral desde la mandíbula hasta el ano, se continua el corte hasta arriba y adelante siguiendo los limites dorsales de la cavidad abdominal y se comunica con el primer corte justo antes del opérculo, sin lesionar ningún órgano; de esta forma se retira todo el costado de la pared abdominal y se exponen todas las vísceras. En tilapias es conveniente incidir además la membrana que divide la cavidad abdominal de la cavidad renal. Posteriormente, mediante una ieringa con una aguja muy fina (de insulina) se inyecta una pequeña cantidad de la misma solución de formol en varias porciones en el intestino y en el estómago. Finalmente, se retiran los opérculos y se meten los peces en el frasco, asegurándose que todos los tejidos queden inmersos en formol. Es aconsejable no efectuar ningún otro tipo de manipulación a los tejidos. Los frascos deben ser rotulados apropiadamente anotando la fecha y lugar de toma y, similar a lo descrito anteriormente, acompañarse de una historia adecuada.
Fuente: UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA
Y DE ZOOTECNIA
GRUPO DE FISIOPATOLOGIA
VETERINARIA

MINISTERIO DE
AGRICULTURA
Y DESARROLLO RURAL

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