ESPECIES POTENCIALES PARA CULTIVO: CULTIVO DE ESPECIES DE
AGUAS TEMPLADO-FRIAS.
1.- PECES SALMONIDOS
La frecuencia de la alimentación disminuye, hasta cerca de 5
veces al día, en el transcurso del cultivo y a medida que los animales crecen.
La trucha puede almacenar hasta el 1% de su peso en alimento seco en cada toma,
por lo que la frecuencia debe ajustarse de acuerdo a ello.
Los pequeños peces ganan rápidamente en peso, por lo que
deberán monitorearse semanalmente (pasadas las 4 a 6 primeras semanas de vida),
y la ración será ajustada, de acuerdo al peso promedio obtenido. Mientras los
peces sean menores a los 2,0 cm de talla, el alimento se distribuirá en los 2/3
de la superficie del agua, asegurándose de esta forma que todos accedan
fácilmente al mismo y posibilitando además, la mayor uniformidad de tallas en
los lotes bajo cultivo. El alimento que se hunde es ignorado por las pequeñas
truchas y su exceso deteriora la calidad del agua y promueve enfermedades, por
ello debe procederse además a una limpieza normal diaria.
Cuando los juveniles así cultivados, hayan sido trasladados
a raceways, tanques o estanques en tierra o jaulas, existen otras alternativas
para su alimentación. La alimentación manual ya no es práctica y, en general,
se usan alimentadores automáticos al tratarse de grandes establecimientos. Los
auto alimentadores resultan muy útiles, ya que los peces se entrenan en su uso.
Los medicamentos incluidos en el alimento pueden ser proporcionados por medio
de estos aparatos. Existen formas variadas de alimentadores automáticos y
mecánicos, que estén disponibles para cultivos de truchas, aunque no en el
mercado de nuestro país. También los hay de tipo eléctrico, a base de otras
energías, incluída la solar. Los automáticos funcionan solos, con un timer y
últimamente existen también alimentadores automáticos con sensores, que son
denominados “alimentadores inteligentes”. Las truchas de más de 13 cm se
acostumbran rápidamente a autoservirse en los alimentadores de autodemanda,
ganando rápidamente en peso y usando el alimento en forma eficiente. Sin
embargo, estos artefactos presentan la desventaja de que los animales “juegan”
con el sistema, produciéndose en determinados casos, un mayor gasto.
Actualmente, el uso de alimentadores en las altas producciones de truchas, ha
eliminado las grandes deficiencias de oxígeno que se producían antiguamente y
ellos colaboran además, en reducir la mano de obra asociada a la alimentación y
por ende, parte del costo operacional del proyecto.
Los alimentadores pueden cargarse por varios días (Fig. 10).
Estos artefactos ofrecen dos desventajas: un ajuste impropio lleva a la
sobrealimentación y sólo ofrecen alimento en una sección reducida del sistema.
La sobrealimentación se convierte en problema especialmente, en los cultivos de
truchas de tamaño grande ya que como mencionamos, los animales raramente captan
el alimento del fondo del cerramiento.
La alimentación para trucha, debe restringirse o detenerse,
cuando la temperatura del agua se encuentra por debajo de los 3ºC o por encima
de los 18,5ºC. Es importante además reducir adecuadamente la tasa de
alimentación cuando los peces están enfermos o bien, si el productor se
notifica de que el apetito de los animales ha disminuído. En los períodos en se
efectúan traslados o si se efectúan manejos (por ejemplo clasificaciones o
muestreos) se evita alimentar con 24 hs de anticipación. Si los traslados son a
grandes distancias o si se los traslada para su procesamiento, se suspende la
alimentación por un mínimo de 3-4 días previos a la operación y con mayor
razón, cuando las temperaturas son bajas, debido a que a menores temperaturas,
disminuye la tasa de digestibilidad.
En general, se producen alimentos especialmente elaborados
con antibióticos (oxytetraciclina u otros) o carotenos (para coloración de la
carne), que están disponibles en el mercado argentino o pueden ser solicitados
al fabricante. Estos alimentos, son más caros que los comunes y deben
utilizarse en las ocasiones o períodos correspondientes.
Los antibióticos se emplean solamente una vez que se ha
realizado en el laboratorio, el diagnóstico de la presunta enfermedad
ocasionada por determinado microorganismo, de forma tal que se aplique el
medicamento adecuado y en la dosis correspondiente. No deben utilizarse antibióticos
sin diagnóstico previo o en dosis menores que las indicadas, ya que en el
primer caso, es probable que la enfermedad no responda al medicamento y en el
segundo caso, probablemente se favorezca la creación de cepas resistentes de
microorganismos y posteriormente, la enfermedad se convierte en crónica.
En el caso de los pigmentos carotenoides, los mismos se
utilizan en producción de trucha y salmón, para conferir una coloración rosada
a la carne de los peces, no afectando ni su salud, ni su tasa de crecimiento.
Una pigmentación exitosa puede lograrse en tres meses de alimentación cuando
los peces ingieren activamente el alimento, y en 6 meses, si las temperaturas
son menores a la óptima. En general, existen dietas especialmente formuladas
para peces reproductores, que necesitan alimentos especialmente diseñados, de
tal forma que sean aptos para que los animales respondan a la preparación
gonadal para su maduración y desove posterior y además porque los productos
sexuales deben ser aptos.
Fuente: - Dirección de Acuicultura -
Paseo Colón 982 - Anexo Jardín -
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