Salmonidos
El alimento peletizado extruido (flotante), especialmente
elaborado para truchas, es ideal porque puede ser bien capturado por los peces
y permite al productor, al mismo tiempo, observar su actividad. El alimento
sumergible se pierde a través de la red y no es capturado por los animales. Las
truchas necesitan en engorde, alimentos de alto valor proteico (40-42 %) y en
tamaño adecuado a su talla.
Los alimentos medicados son preparados con anticipación para
los catorce primeros días posteriores a la siembra, como precaución frente a
infecciones secundarias de origen bacteriano, causadas en general por el manejo
durante el traslado. No se necesita incluir antibiótico, cuando los peces han
sido certificados (exentos de enfermedades) y si se conoce su origen y calidad.
A las temperaturas óptimas de la especie y cuando los
niveles de oxígeno son adecuados (cerca del 70% de saturación), los animales
capturan e ingieren mayor cantidad de alimento. Los niveles aceptables de
oxígeno se registran a media mañana y en las últimas horas de la tarde. En el
caso de las truchas, si el porcentaje total del alimento se divide en varias
raciones diarias, está comprobado experimentalmente, que la asimilación mejora.
La tasa de alimentación, se calcula sobre la base del peso
corporal diario, el tamaño de los animales y la temperatura del agua. Los
pequeños juveniles se alimentan al 4-5% de su peso corporal, mientras que los
más grandes lo hacen al 3% y cuando se está cercano a la época de cosecha, sólo
se ofrece un 2% diario. El alimento se ajusta a medida que los peces crecen.
Así como es importante no sobrealimentar, también es
importante no sub alimentar, ya que si se alimenta por debajo de la tasa
indicada para la fase o periodo correspondiente, los animales reducirán la tasa
de crecimiento, al mismo tiempo que la producción y las ganancias del
productor. Las truchas suelen comer todo los que se les ofrece en el término de
20 a 30 minutos. En las jaulas, se alimenta a los peces, 6 a 7 veces a la semana.
Existen dos formas de determinar la tasa alimentaria y ambas se basan en la
obtención, según datos obtenidos, de las conversiones alimentarias, o bien,
sobre la determinación en base a los muestreos corrientes realizados.
Si se conocen los pesos individuales de los peces a la
siembra en cada jaula, se podrá calcular el peso total (biomasa) que se
mantiene bajo cultivo, al inicio. Por tablas se calcula, aproximadamente, la
cantidad de alimento que es necesario ofrecer a la talla conocida de los
animales sembrados (% del peso corporal) y se determinará la cantidad de
alimento que insumirán diariamente, para la primera semana y así sucesivamente.
Para su recálculo, se realiza una nueva estimación,
determinando el crecimiento producido. Conociendo la cantidad dada por día
durante esa semana y la conversión estimada, se conocerá la nueva tasa. El
método de estimación por muestreo permite conocer el peso de los peces a través
de una submuestra de la población. Este relevamiento puede efectuarse cada 2
semanas y se requiere, al menos, la captura del 10% de los peces encerrados en
cada jaula muestreada. Se determina el peso promedio de la submuestra y de los
individuos, y se estima el porcentaje de consumo en base a tablas,
multiplicando por el total de peces en cada jaula. Cuando las condiciones de
temperatura son altas, se evita efectuar muestreos sobre los peces. La
experiencia de los productores a medida que emplean el sistema de cultivo en
jaulas, ayuda a determinar con mayor ajuste, el manejo de estos cerramientos,
como se resume más abajo:
• la observación de los peces durante la alimentación es
vital y su comportamiento, mostrará la sanidad del lote en ese momento. Un
pobre comportamiento alimentario, alertará sobre anormalidades en las
condiciones de sanidad.
• los niveles de alimento se reducen cuando las temperaturas
son muy altas o muy bajas, ofreciendo la cantidad de alimento diaria que los
peces sean capaces de capturar.
• los días fuertemente nublados o aquellos con vientos
fuertes y constantes, no conviene ofrecer alimento; ya que estas condiciones
reducen la concentración del oxígeno, así como la difusión de este gas en el
agua (especialmente si el fenómeno se mantiene varios días). El ofrecimiento de
alimento en estas condiciones, sólo complicará la situación.
• el alimento, además de cumplir las exigencias en cuanto a
requerimientos y calidad, deberá almacenarse en lugar seco y frío. Las compras
efectuadas por el productor es conveniente que se conserven solamente 90 días
después de su elaboración (el fabricante debe hacer constar la fecha) y no de
su compra. El alimento con hongos o decolorado debe descartarse por probable
infestación con toxinas (las aflotoxinas son dañinas para los peces) que pueden
llevar a grandes pérdidas.
Fuente: Dirección de Acuicultura -
Paseo Colón 982 - Anexo Jardín -
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