ESPECIES POTENCIALES PARA CULTIVO: CULTIVO DE ESPECIES DE
AGUAS TEMPLADO-FRÍAS.
1.- PECES SALMONIDOS
Los clasificadores más simples y antiguos, se fabrican en
marcos de madera, del ancho de los raceways y altos como el nivel del agua en los
sistemas. Se utilizan piezas de PVC, o tubos de aluminio (de cantos suaves) que
se colocan espaciadamente a intervalos regulares, atravesando el marco. Estos
clasificadores, dentro de la unidad tratada, agrupan a los peces, que se
enfrentan a ellos. Aquellos, que por su tamaño y volumen no pasan a través de
las barras, quedan en el fondo del cerramiento monitoreado y son trasladados a
otros sistemas de cultivo. Los más pequeños pasan a través de las barras,
aunque un 10% de ellos queda entre los dos tamaños. Este método es efectivo
para peces grandes, de 30 a 40 cm de largo. La clasificación de peces menores
no se realiza o se efectúa con clasificadores “tipo cajones” (con barras en el
fondo), dentro de los mismos raceways, estanques o tanques (Fig. 8a). No es
producente efectuar clasificaciones sobre peces muy pequeños, ya que produce
estrés. En cultivo en jaulas, los clasificadores se adaptan a esas estructuras.
El muestreo se realiza, en general, entre tres jaulas y se
separan los tamaños (pequeños, medianos
y chicos), recomponiendo las poblaciones.
Para realizar un inventario de los peces de cada unidad,
debe contárselos. Para ello, se almacenan en los 2/3 finales de la unidad (en
caso de raceways o estanques) y se los mueve siempre hacia la cabecera del
cerramiento. Los peces más pequeños y débiles no son representativos de la
población general y se descartan. Con la población confinada en la cabecera de
la unidad, se procede al muestreo con red de copo y se los coloca en un balde
plástico, procediendo a su pesada (restando el peso del agua del contenedor).
El peso y el número de ellos serán anotado, a medida que se
los devuelve al sistema.
Los registros de cada una de las poblaciones en cada
cerramiento, deberá ser anotado en fichas o cuadernos posibles de mantener a
través del tiempo, de tal forma que el productor pueda contar con todos los
datos de las producciones efectuadas, mes a mes y año a año. Si la
clasificación es normal, con 3 o 4 muestras, tomadas al azar, en distintas
áreas de cada uno de los sistemas, será suficiente. En caso de mayores
producciones en estanques, se pueden utilizar clasificadoras automáticas, que
pueden a su vez seleccionar tres tamaños. En la Fig. 9, se muestra una
clasificadora que separa en tres tamaños (a) peso de faena, (b) peso de engorde
y (c) peso de descarte para continuidad del engorde; utilizadas en España e
Italia, actualmente.
El peso total de la población de cada cerramiento (expresado
en número/peso), se calcula dividiendo el número de peces de cada muestra, por
el total del peso de la misma. El promedio resultante en cada unidad, es
utilizado para calcular el peso total de peces existentes (biomasa viva) y
posteriormente para efectuar los cálculos de modificación de alimento en forma
quincenal, como mínimo. Los peces muertos deben ser retirados y contabilizados
diariamente. Ellos no deben permanecer en los sistemas ya que pueden ser
potenciales focos de enfermedades, señalando además una notoria falta de
higiene en el establecimiento. Por otro lado, el análisis de la mortalidad en
cada unidad en forma diaria, apoyará el diagnóstico de cualquier enfermedad que
pueda presentarse, antes de que la misma se vuelva severa. Las mortalidades
contabilizadas, deberán restarse (en forma semanal o mensual) de las poblaciones
estimadas; manteniendo así, un inventario seguro de la producción.
Los sistemas de estanques excavados en tierra, ofrecen
mayores problemas de manejo que los otros sistemas. A menudo, los peces se
siembran en ellos a una densidad de 8 peces/Kg, y no se los clasifica hasta que
alcanzan su peso comercial. La capacidad de carga de un estanque en tierra, se
estimará en forma similar al sistema de raceways, si la tasa de recambio del
agua es de aproximadamente de 30 minutos o menos. Si el recambio es mayor, la
capacidad será función del cociente entre la superficie y el volumen de agua,
el flujo de entrada de la misma y la demanda de oxígeno, que será a su vez
afectada por el sedimento acumulado en los fondos. La capacidad de carga en
estos estanques, se determina mejor, midiendo el contenido de oxígeno disuelto
en cada unidad y en la salida de agua; así como manteniendo buenos registros
sobre las producciones existentes.
Fuente: - Dirección de Acuicultura -
Paseo Colón 982 - Anexo Jardín -
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