31/5/12


Ecología de la reproducción y potencial reproductivo en las poblaciones de
peces marinos
Maduración
Cuando el ovocito ha completado su desarrollo, la estimulación hormonal
desencadena la maduración del ovocito, tras la cual este será liberado en el lúmen del
ovario. El inicio de este estado está marcado por la migración del núcleo hacia la
periferia del citoplasma y la fusión de su membrana. Se produce entonces la primera
división meiótica, por la cual una de las células haploides se quedaría con la práctica
totalidad del material citoplasmático, mientras que la otra, denominado primer cuerpo
polar, degenerará. Las fotografías de esta estructura son raras en la bibliografía sobre
peces. La liberación del segundo cuerpo polar, tras la segunda división meiótica, ocurre
tras la ovulación.
En algunas especies durante el proceso de maduración la coalescencia de los
glóbulos de vitelo ocurre simultáneamente a la migración de núcleo. En muchas especies de teleósteos al final de la maduración se produce el fenómeno conocido como
hidratación, que consiste en la incorporación rápida de agua, produciendo un nuevo
incremento en el tamaño del ovocito. Este proceso es muy marcado en las especies de
peces marinos que producen huevos flotantes. Sirve por un lado para facilitar la
expulsión de los ovocitos por el aumento de la presión interna del ovario, y por otro
lado para favorecer la flotabilidad de los huevos en el agua de mar. El inicio de la
hidratación es indicativo de la puesta inminente en un plazo de horas (Fulton, 1898).
Al final de la maduración se produce la ovulación, ésta ocurre con la ruptura del
folículo que contenía el ovocito, que es liberado así en el lúmen del ovario. Los folículos postovulatorios que resultan de este proceso se identifican fácilmente cuando son recientes, pero degeneran más o menos rápidamente dependiendo de la temperatura (del orden de horas a 20 ºC al orden de meses a 0ºC). Los folículos postovulatorios antiguos no se distinguen fácilmente de los ovocitos en atresia (degeneración).
Hay que señalar que la ovulación y la puestas son dos procesos totalmente
separados, controlados por distintos mecanismos. Es por este motivo que en ausencia de
observaciones directas es muy difícil conocer exactamente el número de huevos
realmente puestos (fecundidad real) y generalmente solo podemos llegar a conocer el
número de huevos que van a ser ovulados (fecundidad potencial).
Fuente: Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC)
Universidad de Vigo Curso doctorado
Ecología de la reproducción y potencial reproductivo en las poblaciones de
peces marinos
Fran Saborido-Rey

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